FRANK SINATRA Y SUS VISITAS A LA HABANA
Frank Sinatra llegó a La Habana en febrero de 1947. Tenía 31 años y lucía muy delgado. El Diario de La Marina, en su edición del 14 de febrero, recogía la noticia y a manera de regalo para sus admiradoras reproducía su fotografía, en coincidencia con la celebración del Día de los Enamorados. El actor y cantante ya era célebre, pero no el personaje casi mítico que llegaría a ser dentro de la cancionística norteamericana, al punto de ser conocido, sencillamente, por la voz. No mucho más puede contarse sobre aquella visita, pero sí algo acerca de otra que realizó en noviembre de 1951, y sobre la cual la revista Bohemia ofreció una información detallada, incluyendo abundante iconografía. Durante aquella segunda ocasión, el cantante estuvo acompañado por su esposa Ava Gardner, en viaje de recién casados. Sinatra quería pasar unos días de sosiego, alejado de la publicidad, algo no siempre posible cuando se trata de figuras del acontecer público. “Huraño, colérico, huidizo, Sinatra manti