LOS OCHENTA DEL ENIGMÁTICO CHINOLOPE
El Chinolope al frente, detrás el cantautor cubano Portillo de la Luz, en un salón de exposiciones fotográficas. El restaurante Miami tenía un salón central amplio y muy iluminado. Era un buen lugar para que los estudiantes del último año de bachillerato del Instituto de La Habana cruzásemos cada noche el Parque Central y fuéramos allí, en Prado y Neptuno, para charlar de lo que se conversaba en 1962. De la Revolución, de los americanos, de lo difíciles que eran algunas asignaturas como por ejemplo Lógica, o de aquella compañera nuestra que era bailarina de ballet, y que siempre frustraba nuestros sueños cuando se marchaba, después de clases, con su mamá, que la iba a buscar sin falta. El salón estaba casi siempre vacío y el surtido era escaso. Ya hacía tiempo que no había comercio con Estados Unidos, los soviéticos solo comenzaban a proveer nuestras necesidades y los cubanos a quienes la Revolución había beneficiado podían comprar todo lo que se vendiera en el mercado. Los camareros s...