MANOLÍN, REGRESÓ A CUBA PARA QUEDARSE (II PARTE Y FINAL)
RAFAEL
LAM
En mi
primera entrevista con Manolín, en el Palacio de la Salsa del Hotel Riviera,
conversamos en la cafetería donde estaban sus familiares y amigos, todos
invitados por el cantante. En esa entrevista me percaté de su inteligencia
natural y conocimiento asombroso sobre la música bailable de su tiempo. Alguien
que siempre supo lo que quería.
“Cuando vi
tocando a José Luis Cortés con NG La Banda solté mis libros de Medicina y dije:
-Esto es lo mío-”.
NG la Banda
resultó para el Médico una inspiración en aquellos días bien difíciles, en los
que Manolín buscaba un lugar bajo el sol.
A partir de
1992, Manolín comienza a cantar baladas y José Luis Cortés le fue ofreciendo en
NG La Banda, la oportunidad de insertar su primera canción “Vuela paloma”,
cantada por Mariano Mena. Finalmente Cortés le ofreció algunos instrumentos y
el apoyo de la disquera Caribe Productions, del español Federico García y le
dijo: “Ya puedes hacer tu propia banda”.
Manolín, en
1994, funda su banda, estaban en la popularidad: NG La Banda, La Charanga Habanera
y Paulo FG, además de los estándares como Los Van Van, Revé, Dan Den y
Adalberto.
“Mi objetivo
fue, colocarme con algo nuevo entre toda esta gente, especialmente entre los
dos líderes vocales: Isaac Delgado y Paulo FG, la tarea del indio”.
CANCIONES Y
ÉXITOS:
Manolín
grabó en Cuba tres discos: “Una aventura loca”, “Para mi gente”, “De buena fe”: El primer éxito de Manolín fue en 1993 “Una aventura loca” (Se te ve en la carita que tu eres una loquita). Un toque de dulzura dentro de
la agresividad salsera o timbera. En julio de 1995 otro cañonazo: “A pagar allá”
(tema muy ingenioso, los cubanos cuando llaman dicen: “A pagar allá), “Si te
vas conmigo”, “ A que me mantengo”: (Te fuiste, y si te fuiste perdiste/ Y
ahora soy el Rey/ y si te gusta bien y si no también). En diciembre remata con
el hit del siglo: “La bola”: (Porque hay que estar arriba de la bola/ arriba de
la bola/). Después de estos éxitos del 95, todo fueron éxitos: “La mitad de La
Habana”, “Para mi gente”, “Te conozco mascarita”, “Me pase de copas”, “Voy a mí”,
“Que fina”, “Todo mi amor es para ella” (dedicado a su mamá), “El que esté que
tumbe”, “Romeo y Julieta”, “Pegaíto, pegaíto”, “Yo tengo amigos”, “Somos lo que
hay”: (Somos lo que hay/ lo que se vende como pan caliente/ lo que prefiere y
pide la gente/ lo que se agota en el mercado/ lo que se escucha en todos
lados/ somos lo máximo…Y unos dicen que somos la paz/ otros dicen que somos la
guerra/ ay mami dime lo que piensas tú/ y no te lleves por las malas lenguas).
Siempre fue
un niño inquieto. Dio muchos dolores de cabeza a sus padres. A los catorce años
se interesó por estudiar en la Escuela Nacional de Instructores de Arte (ENIA)
y se mantuvo un curso y medio.
En 1984 le
dio por estudiar Medicina, pero era un fanático a la música y al béisbol.
Sacaba las notas por pura intuición.
“Pero la
Medicina no es intuición, hay que dar la vida por ella y yo no estaba dispuesto a eso, sino a dar la vida por la música”.
Finalmente
el cantante se graduó, pero abandonó la Medicina y abrazó la música para
siempre, a pesar de la oposición de su familia.
Manolín es el salsero que llegó para quedarse, para
muchos el mejor salsero, para mí un compositor de pegada, y sobre todo un
hombre con tremendo ángel, algo imprescindible para que se establezca la magia
de la comunicación”, según expresó en 1997 Juan Formell, director de los Van
Van.(FIN)
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