SILVIO CUENTA LA VERDADERA HISTORIA SOBRE SU CANCIÓN LA MAZA
LA MIRADA A TRAVÉS DEL ESPEJO
GABRIEL
El espejo refleja todo lo que pase por delante pero en este caso su mirada va hacia la cultura en sus expresiones musicales, literarias, teatrales, televisivas, cinematográficas, artes plásticas, literatura y hasta religiosa de esta isla variopinta… y a veces, por qué no, también al entorno porque hoy el mundo es una gran aldea.
El espejo refleja todo lo que pase por delante pero en este caso su mirada va hacia la cultura en sus expresiones musicales, literarias, teatrales, televisivas, cinematográficas, artes plásticas, literatura y hasta religiosa de esta isla variopinta… y a veces, por qué no, también al entorno porque hoy el mundo es una gran aldea.
RODRÍGUEZ EN CONCIERTO GRATIS
Silvio Rodríguez y sus músicos andan por España y el cantautor actuará con entrada gratis, al aire libre, en el Auditorio de Villa de Vallecas (calle de Montjuic, 7),España, este miércoles, 4 de mayo, a las 20.30 horas, concierto que compartirá con Luis Eduardo Aute e Ismael Serrano y la participación especial de Luis Pastor.
El concejal-presidente de Puente y Villa de Vallecas, Francisco Pérez, ha agradecido esta iniciativa, ‘Silvio Rodríguez por los barrios’. “Gracias Silvio por dar a Vallecas esta canción”, ha escrito en su cuenta de Twitter.
“La generosidad de Silvio es emocionante. Agradecido y feliz”, ha añadido en la misma red el cantautor Ismael Serrano.
Y hoy #SilvioenVallecas se convirtió en Trending Topic (tendencia) en Twitter
A continuación nos hacemos eco del comentario que
escribió Nacho Serrano, periodista del diario ABC, sobre la actuación del
cantautor cubano en Madrid.
LA EMOCIÓN
CON SOMBRERO
Cierto, no es un sombrero, es una gorra. Pero todo lo
que hay en Silvio Rodríguez desde ahí hasta los dedos de los pies sí que es
emoción. Tanta sensibilidad en el escenario hace que desde la pista se perciba
como un ser de otro tiempo, cuando la música transcendía. Pero estuvo aquí, en
Madrid. Y fue anoche. Doce años han pasado desde su última visita a la capital
en unas fiestas del PCE en la
Casa de Campo. Por eso (y por otras razones, a juzgar por la
temprana edad de bastantes asistentes), el artista cubano consiguió un lleno
técnico a pesar de tener un rival del calibre de un partido de semifinales de
Champions con un equipo de la ciudad como protagonista.
Silvio, que presentaba el disco “Amoríos”, estuvo
acompañado (es de ley nombrar a toda la alineación) por el Trío Trovarroco
(Rachid López, César Bacaró y Maykel Elizarde), la flautista y clarinetista
Niurka González, Oliver Valdés en la batería y la percusión, Jorge Reyes en el
contrabajo, Jorge Aragón en el piano y Emilio Vega en el vibráfono.
Espectaculares con mayúsculas, preciosistas y audaces al mismo tiempo.
Tetralogía para ella
La orquesta arrancó con Una canción de amor esta
noche, Tu soledad me abriga la garganta y Tonada del albedrío, para después
encarar la tetralogía de Exposición de mujer con sombrero: Dibujo de mujer con
sombrero, Óleo de mujer con sombrero, Detalle de mujer con sombrero y Mujer sin
sombrero. Él, en el centro de las tablas, tranquilo y veterano, rodeado por sus
músicos y con una escenografía austera, la adecuada, hacía sonar su voz y sus
cuerdas de forma cristalina y cercana entre los ecos de los coros del público (quizás
demasiado constantes, todo sea dicho). (Fragmento de un comentario de Nacho
Serrano, en el diario ABC, de España)
Y entonces llegaron los clásicos de oro puro,
como La maza o San Petersburgo, que fue presentada con un impagable relato de
su autor. “Una vez iba en un avión que viajaba de La Habana a México. Fue un
vuelo espantoso, el cielo estaba horrible, íbamos solo dos personas en ese
vuelo. La otra persona era Gabriel García Márquez. Nos juntamos para hablar un
poco y darnos ánimo, y me contó una historia que me impresionó mucho. Era la
historia de una novia a la que habían dejado plantada en el altar. Tuvo que ir
devolviendo los regalos de boda casa por casa a todos sus vecinos. Era como
para hacer una ópera. Pasó el tiempo, muchos años. Y al cabo de esos años,
quizás veinte, yo hice esta canción que, que como comprobarán no tiene nada que
ver… Pero les aseguro que si yo no hubiera escuchado aquella historia, jamás
hubiera escrito esta canción.”
El tramo final, interrumpido por gritos de
“¡Silvio, te queremos!” y “¡Viva Cuba!”, dio paso a más tesoros de su
repertorio quizás los más preciados. El necio, con unas flautas bellísimas,
celestiales, y otras joyas como La gota de rocío, Te doy una canción, el himno
Ojalá, y Unicornio, cerraron una velada inolvidable que, por ponerle alguna,
tuvo la pega de la distancia, la enormidad del Barclaycard Center. Cómo sería
eso de cerca. (Comentario de Nacho
Serrano en el diario ABC, de España).
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