ELENA BURKE, SEÑORA DEL TIEMPO Y EL ESPACIO (II PARTE Y FINAL)
UNA
MIRADA A TRAVÉS DEL ESPEJO
El espejo refleja todo lo
que pase por delante pero en este caso su mirada va hacia la cultura en sus
expresiones musicales, literarias, teatrales, televisivas, cinematográficas,
artes plásticas, literatura, radio y tv, frases y anécdotas de hombres célebres
y la farándula, local e internacional porque hoy el mundo es una gran aldea.
GABRIEL
UNA AVENTURA INOLVIDABLE
La también fallecida Aida Diestro, en una entrevista contaría como “en
los pasillos de CMQ se me acercaron Omara (Portuondo), Elena (Burke), Moraima
(Secada) y Haydée (Portuondo) para decirme que les gustaba como yo tocaba el
piano y que ellas querían hacer un grupo musical y les gustaría lo dirigiera”..
En agosto de 1952, con solo dos
números montados ( “Mamey colorao” y “Cosas del alma”, debutarían las D´Aida en
tv en el “Carrousel de la
Alegría”, y luego durante una semana en el estelar “Show del
Mediodía”, ampliando su repertorio con “Qué jelengue”, “Profecía”, “Ya no me
quieres” …
No obstante la calidad interpretativa del grupo, no acababa de impactar
hasta que Luis Yáñez, intérprete del denominado filing, le propone al dueño del
club La Campana
que contrate a las D´Aida, quienes desde los primeros momentos atrae a
numerosos melómanos. Su éxito fue tal que alternan su labor allí con
apariciones en el Sans Souci y Tropicana. En el primero disfrutó las
actuaciones de Edith Piaff, Johnny Mattis, Sarah Vaughan, Tony Benet , Johnny
Ray, y en el segundo acompañaron a Nat King Cole.
La historia del Cuarteto no finalizó cuando estas cantantes decidieron
probar otro rumbo pues Aida supo siempre conseguir nuevas voces porque, según me confesó un día, ella lo que no podía era
hacer cantar a un boniato.
CAMINO EN SOLITARIO
Por su parte Elena siguió su camino como solista con no menos éxito y en
algunas ocasiones se unió a otros músicos e intérpretes para dejarnos
antológicas grabaciones.
Recuerdo de manera especial mis encuentros de cada noche con su voz en
el espacio “A solas contigo”, Radio
Progreso, que era mi mejor medicina de 15 minutos para calmar el ajetreo del
día e irme después a dormir. Compartían ese horario de once de la noche Meme
Solís y Luis García.
Pero no menos importante es su discografía, la cual no puedo citar por
lo extensa pero si mencionar algunas de sus grabaciones, acompañada por Frank Domíguez;
los dúos de canciones de navidad con Omara Portuondo, dúo con Fernando Álvarez,
el disco por los 25 años de la música de Juan Almeida, el Elena Burke, 50 años
de vida artística en dos volúmenes, con dirección y arreglos de Enrique Almanza;
Filin, medio siglo de sentimiento cubano; Elena burke canta a Marta Valdés; “A
solas contigo”, del programa radial mencionado, entre otros.
ELENA EN OTRO ESPEJO
La Burke, como todo
artista, tenía, por decirlo de algún modo, una doble vida: una en el escenario
entre luces y candilejas, arrullada por los aplausos del público y otra fuera,
íntima, en su casa, entre amigos y familia.
Ya era famosa cuando mientras que la entrevistaba en uno de los pisos
del Retiro Médico, donde vivía en aquella ocasión, de pronto me dijo:
“Perdóname, tengo que parar la entrevista un momento, porque dejé marcado en la
cola pues hoy me toca la carne”.
También fui testigo de que su labor en la cocina no era un simple deber
de ama de casa sino un verdadero amor en el arte de cocinar del cual mi paladar
fue testigo de sus cualidades.
Eran informales encuentros donde después de saborear el plato de esa
noche, Elena rompía el silencio de la noche, se quitaba los zapatos, miraba a
su fiel guitarrista Froylán, y podíamos disfrutar de un pequeño concierto en su
voz, a lo que luego seguían otros intérpretes que participaban del jolgorio.
Un gran amigo de Elena, y mio, fue Tirso Sánchez, promotor radial ya
fallecido, a quien no puedo dejar de mencionar porque no solo me la presentó,
sino que se convirtió en el principal organizador de esos encuentros.
También luego pude verla en su desvelo por su hija Malena, incluso
cuando ya la chica comenzaba a espigar cual devota seguidora de su madre en el
campo de la canción.
La compositora e intérprete Marta Valdés recordó que en un concierto en la Sala de Bellas Artes, la Burke contra todos los
pronósticos, pues esa tarde había venido al mundo su primera nieta.
La intérprete falleció en esta capital el nueve de junio del 2002 pero
su voz nos acompañará siempre en un viejo disco de acetato, en un cd, en una
emisión radial o televisiva o incluso en una conversación entre amigos. FIN
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