PARECE QUE FUE AYER
ELENA CUMPLIRÍA NOVENTA AÑOS (I PARTE)
La gran cantante cubana nació en La Habana el 28 de febrero de
1928 y murió en esta capital el
9 de junio de 2002. Traemos en dos partes este pequeño trabajo que publiqué primero en el sitio Tradicionales de los 50, música cubana.com.
En la foto cuando formaba parte del Cuarteto D´Aida,
junto a Omara y Haydée Portuondo y Moraima Secada.
LA BURKE, LA CANTANTE QUE BURLÓ LAS
CAMPANITAS DE LA CORTE SUPREMA
DEL ARTE
Pedro J. Herrera Echavarría
Romana Elena Burgues González, popularmente conocida como Elena Burke,
desde pequeña se sintió atraída por el mundo sonoro y tres fracasos en un
estelar espacio radial de caza talentos no frenaron su interés por la música y
su modo de cantar hizo que un cronista la bautizara con justeza como la Señora Sentimiento.
A los nueve años de edad, enviada
temprano en la noche a comprar una
medicina a la farmacia de la esquina, se dejó arrastrar por el repiquetear de
unos tambores, el sonido de las trompetas y las llamadas del cantante-guía
junto a la multitud que lo seguían. El tiempo pasó veloz de tal manera que su
regreso al hogar fue a medianoche para enfrentar el regaño de sus padres,
quienes además ya habían dado cuenta a la policía de su posible
desaparición.
Se habla que de pequeña le gustaba el tango y entre sus intérpretes
preferidas estaba Libertad Lamarque, afición que no abandonó nunca en su vida y
entre sus preferidos estuvo el iconoclasta compositor e intérprete Astor Piazzola, alguien no muy del agrado de
los seguidores ortodoxos de Carlos Gardel.
Su mayor fracaso ocurrió cuando se presentó en tres ocasiones
consecutivas en el programa radial La Corte
Suprema del Aire, un espacio que era una especie de
descubridores de nuevos cantantes.
No fue una sino tres las ocasiones en que la suerte le viró la espalda y
fue descalificada por el que le pareció a ella irritante sonido de una
campanita como veredicto final.
¿QUIÉN DIJO MIEDO?
De manera que no guardó en la maleta del olvido sus aspiraciones, siguió
cantando entre grupos de amigos, corrigió posibles errores y como una felina
estuvo al acecho de su primera oportunidad.
Quien une al talento la perseverancia, nunca deja pasar la
oportunidad, y esta se le dio en 1943
mediante un contrato como profesional para un espacio de quince minutos
titulado Ensoñación, para la emisora Mil Diez, acompañada por una orquesta
dirigida por los maestros Adolfo Guzmán y Enrique González Mantici.
A la vez actuaba en diferentes centros nocturnos acompañada al piano por
Damaso Pérez Prado, considerado tiempo después como el creador del Mambo.
Su andar artístico la llevó al grupo de Las Mulatas de Fuego con el que
viajó a la capital azteca y allí actuaron en el filme Salón México, dirigido
por el Indio Fernández.
También formó parte de los Cuartetos de Facundo Rivero y el de Orlando
de la Rosa y con
este último hizo una gira de seis meses por los Estados Unidos. En su voz se
oyen populares números de Orlando de la
Rosa como Vieja Luna, Nuestras vidas y Eres mi felicidad,
entre otras. De esa estancia guarda muchas emociones pero la mayor de todas,
según propia confesión, fue su sorpresa al darle el mismo camerino que utilizaba
Judy Garland, durante sus presentaciones en el Palace de Broadway, en New York.
AMOR CON AMOR SE PAGA
Ya antes la Burke
en las décadas 40-50, está entre los integrantes de un movimiento musical que
trazó pautas en la música cubana: el feeling.
Compositores e intérpretes solían reunirse en diferentes lugares de esta
capital, entre ellos en la callejuela llamada Callejón de Hamel, en Centro
Habana, para dar a conocer sus creaciones con influencias jazzísticas.
Según el musicólogo Cristóbal Díaz de Ayala el feeling (sentimiento) es
un nombre americano para una cosa muy cubana, es decir que aunque tiene su base
en el jazz sólo tomó de él lo que necesitaba para inventar algo nuevo.
Elena fue una de las primeras voces femeninas de ese modo de hacer y
cantar con alma, junto a Omara Portuondo
y Moraima Secada. Otros integrantes del movimiento fueron Portillo de la Luz, Ángel Díaz, José Antonio
Méndez, Frank Domínguez, Marta Valdés, Adolfo Guzmán, Tania Castellanos y
otros.
El
filin tuvo su mayor popularidad en las décadas del 50-60 pero su influencia
trascendió su propio tiempo e incluso la frontera pues en autores musicales de
otros países se siente su influencia, como sucede con los mexicanos Mario Ruiz
Armengol, Vicente Garrido y Álvaro Carrillo, por solo mencionar algunos. (Continuará)...
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