¿A DÓNDE TE HAS IDO RICARDO?

Sumario: Falleció el compositor de Tu me sabes comprender, Qué te hace pensar y ¿Dónde va Domitila? y otros éxitos.

Un músico de pies a cabeza, un hombre enamorado de la vida y a quien su avanzada edad no le era obstáculo para irse a reunir con sus amigos en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, o a seguir con ritmática mirada un toque de rumba en cualquier esquina, a la vez que dejaba correr por su garganta el blanco líquido de un trago de ron cubano, nos acaba de dejar.

Ricardo Díaz Fresneda nació en esta capital el nueve de junio de 1926 y una parte importante de su vida la pasó en el barrio de Pogolotti en Marianao y en el de Atarés. Desde los primeros momentos de su vida musical se hizo de un nombre reconocido entre los rumberos de la época.

Pero no sólo era creador sino que también se distinguía como bailador e intérprete del género. Como muchos artistas de aquella época, Ricardo combinaba este amor por los sonidos, con distintos oficios para ganarse la vida.

Con justeza, al conocerse su fallecimiento se escribió en la prensa local sobre dos números de su inspiración que fueron interpretados por Benny Moré: Tú me sabes comprender y Qué te hace pensar.

En una entrevista que le hicieron al compositor, éste recordó como fue que le dio el primer número al Benny.

Rememoró que conoció al Bárbaro del Ritmo en el cabaret Pasapoga en la Avenida de Dolores. Conociendo que hacía música le pidió que le hiciera una composición y siempre que lo veía en cualquier lugar le recordaba esta solicitud.

Sin embargo, Ricardo tenía mucho temor a pesar de que ese número (Tú me sabes comprender) ya se lo había cantado la soprano Marta Pérez. Un día de 1953 decidió llevárselo a dónde ensayaba en ese momento en la antigua CMQ. Al verlo, la misma pregunta que le hacía siempre: ¿me trajiste algo? Y luego relató el autor musical lo que sigue:

“Mira Benny ahora sí te lo traje”.

“!Ah bueno!, dáselo a Peruchín (Pedro Jústiz) y que me lo pase a ver como suena”.

“Coño se me enfrió el alma… Calcula tú, Benny, Peruchín ese genio del piano y los arreglos y aquel “bandón” con el montón de músicos de primera, primera línea”.

“A ver cántamelo”, le pide el Benny, cántamelo ahí”.

“Y canto yo:

                                                         Vida, desde el día que te vi,

                                                         vida no sé, no sé lo que sentí,

                                                         Tal vez lo presentí

                                                         que me querías…

“¡Para que fue todo aquello! Aquella armonía riquísima de Peruchín, los músicos locos con las orejas paradas y Benny estático como bobo escuchando la armonía en el piano de Peruchín y cuando oye la letra allí fue que se volvió loco y exclamó “¡lindo, muy lindo mulato!, vamos a grabarlo con la RCA Victor.”

La historia del otro número tuvo lugar en Radio Progreso y es un diálogo más o menos similar, incluso Ricardo tiene que volver a cantarle Qué te hace pensar.

                                                          Alma mía

                                                         que te hace pensar 

                                                         que no te quiero

                                                         si tu eres la fuente

                                                         que me inspira a vivir

                                                          y sentirme tan feliz.

PERO NO SOLO ESO

Díaz no sólo es reconocido por esos dos números, aunque ellos bastaran para entrar en el panteón de los más destacados compositores cubanos.

Vinculado desde el principio con los que formaron parte del incipiente movimiento del feeling, se le veía junto a ellos en pleno Malecón, en el Parque Maceo, en el callejón de Hammel en la casa de Ángel Díaz, en la casa de los Martiatu o los Consuegra, en la casa de Antonio Méndez en Los Pinos.

Esos contactos fueron, de seguro, una gran escuela para él, unido a nombres como los antes mencionados así como con Luis Yañez, Jorge Mazón, César Portillo de la Luz, Niño Rivera, Rosendo Ruíz jr, Ñico Rojas, Frank Emilio, Elena Burke, Moraima Secada, Omara Portuondo, Haydée Portuondo y Aida Diestro.

Aunque esencialmente autodidacta, Ricardo estudió percusión breve tiempo en un Conservatorio. También tuvo la suerte de trabajar como secretario de Adolfo Guzmán. 

Su primer gran éxito fue Cuando comienza el amor, cantado por Pepe Reyes, que después tuvo una versión en la voz de Orlando Vallejo.

Otros números populares fueron: Dónde vas Domitila (Orlando Laserie), A la quimbamba (Rolo Martínez), A bailar Pachanga (Rolo, Fajardo y sus Estrellas), A la pelota con Carlota (Los Hermanos Bravo) Fiesta brava (rumba, Celeste Mendoza); Malembe (Pio Leyva) Quítate el chaquetón (Miguelito Cuní acompañado por el Conjunto Chapottín y sus Estrellas); En el juego del amor (bolero-mambo interpretado por Alfonsín Quintana con Los Jóvenes del Cayo), Tu no sabes de amor (Orquesta Aragón y la versión de Graciela con Machito en Nueva York con arreglo de Mario Bauzá)-

Otros que cantaron sus creaciones fueron Los Záfiros (Muchas veces ) Pacho Alonso (No seas imprudente y Pocas veces se dice la verdad), Roberto Sánchez ( el bolero Romántico soy) y las rumbas Quítala del rincón (Carlos Embalé) , Rumba en tv (Los Papines)Ese atrevimiento (Oscar Valdés con Irakere), entre otras.

Bajo el título de ¿Dónde vas Domitila?, salió un disco homenaje a este autor donde interpretando sus composiciones están las voces de Orlando Vallejo, Raúl Planas, Los Záfiros, Rolo Martínez y otros, como homenaje a su ochenta cumpleaños, una verdadera joyita para los amantes de la buena música cubana. (GABRIEL)

FUENTES: Entrevista a Ricardo Pérez por Félix Contreras, aparecida en el libro Yo conocí a Benny Moré, ediciones Unión. Notas al disco ¿Dónde está Domitila?, nota escrita por Helio Orovio.