El mundo discográfico cubano: a debate.



Es posible que la inmensa mayoría de aquellos funcionarios que han tenido que dirigir empresas discográficas, haya enfrentado esa responsabilidad sin la menor idea de detalles que resultan fundamentales a la hora de obtener rentabilidad del producto que manejan esas unidades de negocios.

El mundo del disco es complejo, sobre todo a la hora de trazar una estrategia para insertar un producto nacional, que ha desarrollado la mayoría de sus costos en divisas y que produce de acuerdo a los gustos y filiaciones estéticas de los artistas contenidos en los diversos proyectos que conforman el catálogo de una disquera, brindando un producto que no siempre está acorde con las tendencias, modas y costumbres internacionales.

Ése es uno de los desafíos a enfrentar, porque realmente sólo se le deja al olfato del productor o A & R de la disquera, además de la tradición, que en un país como el nuestro siempre resulta importante, la posibilidad que un producto que pueda pegar en un mercado capaz de recuperar la inversión en un tiempo prudencial y obtener ganancias. No existe información de cuáles son las tendencias en el mercado internacional de la música y de qué forma cabe nuestro quehacer en ellas.

Por otra parte, la práctica de los especialistas comerciales ha ido más o menos trazando un rumbo en cuanto a licencias y productos terminados, pero la exportación, más el costo de seguro, flete, aranceles, transporte y precios de venta mayorista y minorista no resultan del dominio del aparato empresarial, aunque algún comercial pudiera brindarnos una idea, porque entre otras cosas, adolecemos de fluidez y sinergia en nuestras empresas.

La fugaz Oficina Nacional Discográfica se supone que desarrollara una labor de mercadeo por ser la instancia ideal para realizar tal trabajo, pero se decidió no proceder con ella y lamentablemente el Instituto de la Música no cuenta con un Centro de Información o Departamento de Estudios de Mercado que cada día se hace más indispensable en el mundo en que vivimos.

Por lo tanto, a pesar de las dificultades económicas que enfrentamos, que nos exige ser más eficientes y obtener mayor nivel profesional en los negocios alrededor de fonogramas y videogramas, queremos dejar patente la necesidad de un Centro de Información del Mercado del Disco, que pueda profundizar en los distintos antecedentes de trabajo investigativo que se han realizado en organismos y empresas disqueras para poder brindar con actualidad conocimientos acerca de temas como los siguientes:

- Precio promedio de los estudios de grabación clasificados por niveles técnicos en el país.
- Precio promedio de pagos por especialidades, teniendo en cuenta el que no deben existir tarifas tan lejos de la realidad del mundo del disco, sino establecer los precios de artistas, músicos de atril, solos, producción musical, incluyendo al técnico de sonido que debe considerarse como artista, tal y como se hace en la práctica diaria, por medio de negociación y discusión con la disquera en cuestión.
- Precios de regalías según el artista, su importancia y la rentabilidad comercial que pueda proporcionar, echando abajo la tarifa de 10% que se aplica y que no es ni justa, ni seria.
- Precios nacionales de acuerdo a las posibilidades de venta de nuestro mercado.
- Rentabilidad de las producciones nacionales dentro del país. Llegada al break point de los productos discográficos con la consecuente modificación de precios según conveniencia y/o salida del producto.
- Precios de venta mayorista por regiones geográficas.
- Precios de venta minoristas en las principales tiendas de las diversas regiones y/o ciudades.
- Porcentaje de discos en pesos cubanos a vender para que se pueda difundir más la obra musical en sectores en los que no se tiene acceso al CUC.
- Listado de distribuidoras importantes, por regiones. Posibilidades de tratamiento especial de nuestros productos más señalados con las distribuidoras.
- Listado de “tiendas on line” precios de concurrencia por tracks.
- Listado de publicaciones especializadas en prensa plana, radio, TV e Internet, precios de anuncios por frecuencia, tamaño de página, tiempo y otras variantes.

Estos pudieran ser datos valiosísimos para nuestras instituciones comerciales que pudieran ocupar el tiempo de ese posible Centro de Información para lograr pasar a un estadio superior de trabajo profesional que nuestro país necesita, algunos de información limitada al organismo superior o especialistas y otros de dominio público o para especialistas del sector.

Este Centro de Información debe responder al Instituto de la Música y estar al servicio de todas las disqueras y profesionales autorizados, al mismo tiempo que siempre debe tener una asignación de estudiantes de marketing y/o música con interés de especializarse en el tema. Quizás sea difícil la creación de un nuevo departamento, por lo que sería conveniente no dejar de pensar en la transformación de alguno que ya existe, aunque sea como sección adecuada a estas necesidades, como puede ser el Departamento de Desarrollo del ICM que podría acoger a esta sección e incluso crear una similar para la investigación en el campo de las actuaciones en vivo.(Escrito por Tony Pinelli)

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