PARECE QUE FUE AYER
GUYÚN, EL PRÍNCIPE DE LA GUITARRA (I PARTE)
PEDRO J. HERRERA ECHAVARRÍA
«Mucho podría decirse de la ampliación que sufre en
nuestro siglo la música, tanto en lo universal como en lo nacional. Cuando se
haga el recuento, el aporte de Guyún tendrá —con este libro— un marcado
renglón. Este libro no sólo es imprescindible para el guitarrista que comienza
en la música popular, sino que se convierte en libro de consulta para el
profesional y el pedagogo, puesto que técnicamente están explicados con
claridad meridiana los problemas de la armonía y de la técnica guitarrística.
Todo estudioso —aun el más erudito— recogerá en cada página una nueva forma de
lo conocido. En cada párrafo se aprende. (Comentario de Leo Brouwer sobre el
libro La guitarra: su técnica y armonía, de Guyún.)
Casi a principio
del siglo pasado, 27 de octubre de 1908, nació en Santiago de Cuba, Vicente
González Rubiera, Guyún, un hombre a quien el destino, o como quiera
llamársele, le predestinó para trazar una huella indeleble dentro de la
guitarrística cubana.
Por esas
casualidades de la vida, cuando él era
un chico de siete u ocho años, su padre alquiló una casa que daba puerta con
puerta con el domicilio del trovador Pepe Banderas. Según propia confesión su
curiosidad infantil lo llevaba en muchas tardes a doblar la cerca de madera que
separaba cada patio para oír los acordes que el vecino sacaba a las seis
cuerdas de su instrumento.
En una entrevista
realizada por Mayra A. Martínez, Guyún , afirmaba “así fue aprendiendo sus
acordes, sus ritmos, cómo él hacia sus composiciones, y es indudable quien más
influyó en mi formación”.
Se codeó, como
guitarrista y cantante, con los trovadores de su época como Sindo Garay y otros grandes
trovadores, como Corona, Villalón, Rosendo Ruíz y fue admirador de otros
consagrados como Patricio Ballagas, Emiliano Blez, Salvador Adams.
Sin embargo cuando
viene a La Habana,
en 1928, no es para mostrar sus condiciones artísticas, sino que en la Universidad de La Habana matrícula dos
carreras: la de médico y la de veterinario.
La lucha contra el
régimen dictatorial de Gerardo Machado, lleva a la clausura del centro docente,
convertido en uno de los focos más combativos de la resistencia antimachadista. La ciencia pierde un
científico pero la música, fundamentalmente la guitarra, gana a uno de sus más
importante creadores.
Hay que ganarse el
pan mientras se esperan tiempos mejores. Se le ve como guitarrista en el trío
Lírico Cubano , en la emisora de la Cuban
Telephone ; luego es solista en la estación CMK, situada en los
altos del hotel Plaza. Es aquí cuando adopta el pseudónimo de Guyún, apodo que
le puso su padre quien había encontrado el nombre en un libro sobre la medicina
en Francia..
La dictadura
machadista cae en 1933, pero ya la música se ha hecho dueña y señora a partir
de la guitarra, En 1935, da su primer y único viaje al exterior y eso porque
fue en barco, ya que siempre tuvo temor de montar en avión. Allá grabó un disco
con la RCA Victor,
y cantó dos números en una emisora, llevado de la mano por Nilo Menéndez, el
autor de la música de Aquellos ojos verdes.
Con bien ganada
fama, empiezan a llamarle para que imparta clases y es desde allí que su
destino toma otros caminos. Como profesor era el único que no había estudiado
música e incluso no conocía ni donde se escribía sol en el pentagrama. (Continuará…)
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