EL MULATO DE ORO: DEL FÚTBOL A LA DANZA

El Royal Ballet de Londres ofreció varias actuaciones en esta capital por lo que se cobró un precio irrisorio por la entrada (unos veinte pesos cubanos), gracias a que la famosa compañía ofreció sus funciones sin cobrar un céntimo.

Los amantes del género no tuvieron lugar a quejas porque además cerca del teatro García Lorca, en el antiguo Capitolio, se puso una pantalla gigante, donde los que quedaron fuera de la sala pudieron presenciar el espectáculo e incluso en una de las noches compartieron con los visitantes que fueron a saludar a sus múltiples admiradores.

Y si ello fuera poco, la tv cubana el domingo ofreció un resumen de las obras presentadas por su Canal 8, para regocijo de los que gustan de ese arte y disgusto de los que prefieren los episodios policiacos cubanos o extranjeros que se ofrecen en parte del horario escogido para ver a las rutilantes estrellas que nos visitaron. Fueron alrededor de cuatro horas o más de duración.

De todas formas no hay duda de que detrás de este gesto de la agrupación, está un cubanito que convertido hoy en figura mundial nunca pensó en ser un artista del mundo de la danza sino que su gran ambición era…ser futbolista.

Carlos Acosta es su nombre pero muchos críticos lo han bautizado como “el mulato de oro”, por el color de su piel.

Según su propia confesión, cuando muchacho posiblemente su camino hubiera sido, si no llegaba a ser un buen futbolista, el de la delincuencia en sus andares por su barriada de Los Pinos.

Una amiga del padre le propuso que el mejor modo de ayudar al díscolo muchacho era mandarlo a la Escuela de Ballet de L y 19. Al principio el remedio resultó peor que la enfermedad pues cuando sus amiguitos del barrio lo supieron comenzaron a gritarle “mariquita”, y ni corto ni perezoso Acosta no esperaba el tercer insulto para liarse a las trompadas con sus compañeritos.

Al enfermar su mamá, y su padre ir por dos años a la cárcel a causa de un accidente, sus hermanas tuvieron que hacerse cargo de él. Fue su gran oportunidad para rebelarse contra lo que sentía como una cárcel.

Faltaba a clases, no iba a los espectáculos, e hizo todo lo posible para lograr, como así fue, que lo sacaran de la escuela, “trasladado” para Villa Clara donde no existía el cuarto año de nivel elemental que era el que cursaba.

Al fin el padre decidió ir a Pinar del Río y en la Escuela de Arte de esa provincia, después de una larga y tediosa conversación, logró que lo aceptaran a prueba por un mes

Y el mismo Acosta confiesa que hubo dos razones para que cambiara su conducta: una la amenaza velada del padre de que si fallaba le rompería la cabeza, la otra la labor de los profesores que lograron ganárselo, sobre todo el profesor Juan Carlos González.

Después el regreso triunfal a la Escuela de L y 19 para hacer el examen de pase de nivel y como sorpresa de muchos que le conocían de otros tiempos, la gratificante calificación de 100 puntos que pocas veces se da en esos casos.

Después vino su triunfo en el concurso del Gran Prix de Lausanne, Suiza, también en la Bienal de Danza de París, la medalla Chopin de la Corporación Artística de Polonia, Premio al Mérito en el Concurso para Jóvenes Talentos de Positano, Italia, el Premio a los Jóvenes Artistas, Fundación Princesa Grace, en Estados Unidos, entre otros.

Mónica Mason, actual directora del Royal Ballet de Londres, dijo a la televisión cubana que agradeció el gran entusiasmo del público local por este arte. Y añadió “ustedes tienen un gran ballet resultado de Alicia Alonso y por eso hoy nosotros tenemos a Carlos Acosta, como estrella invitada de nuestra compañía.

(Gabriel 07/20/09)

Comentarios

  1. Genial el comentario de Gabriel.
    Nuevamente este elocuente colaborador nos recrea con cosas no muy sabidas en Cuba. Esta pieza nos revela la perseverancia de un padre por encaminar a su hijo por los senderos del bien y se ha logrado una joven estrella en esa parte de la cultura que no se puede deshechar, el ballet.
    Londres se estara sintiendo orgullosa de tener a este joven valor.
    Gracias amigo Gabriel por tan valiosa informacion para los que amamos el mundo del fino arte.
    Saludos de Eliseo de EE.UU

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  2. Gracias Eliseopor sus palabras de aliento. Este muchacho es un ejemplo de cómo la gente no nace para...sino que la voluntad puede cambiar a un ser humano si éste, por azares que ayudan, tiene la voluntad suficiente para seguir adelante. Acosta siempre ha hablado aquí en las entrevistas de cómo llegó al Ballet y como ese arte cambio su vida. Un saludo fraternal en la distancia.
    Gabriel

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