Margarita Gómez Balboa


Margarita Balboa
Generosa Margarita Gómez Balboa, más conocida en el ámbito artístico, falleció ayer domingo en esta capital.

Sus primeros pasos los dio como estudiante becada en la Escuela Vocacional Aguayo, donde se estudiaba música y ballet y compartió los pupitres con Amelita Pita y Omara Portuondo.

También trabajó con el grupo ADAD y el Patronato del Teatro, así como estuvo en la Escuela Normal para formarse como maestra, que casi no llegó a ejercer.

En julio de 1949 se graduó como profesora y dio clases de español en una escuela privada, pero ello por poco tiempo porque ya en esa época aparece su nombre en la nómina de Radio Progreso. Al principio, recordaba ella, casi no le utilizaban pero de ese tiempo fue cuando hizo un jingle a dúo con Alfredo Brito para los cambios de la marca de cigarros Competidora Gaditana.

Por esas casualidades de la vida es el primer rostro que aparece en la pequeña pantalla al iniciarse la tv en Cuba. Ella lo contaba de manera simpática:

“Fue porque estaba allí más rápido que los demás. Ese día iba a salir la planta al aire con programas de prueba para sacarlos a los televisores que había en la calle. El 17 de octubre de 1950 llamaron a todos los que estábamos en Unión Radio en ese momento y fui la primera en llegar y sólo había locutores hombres. Lo que hice fue cantar una canción, pensé “si los demás recitan, yo voy a cantar”. Le consultó a Pumarejo (Gaspar): “Está bien, me dice, canta una de esas canciones que te pasa la vida tarareando”.

Se trató de un bolero titulado Noche del compositor mexicano Gabriel Ruíz.

Otros recuerdos de esos tiempos que la actriz reveló en una entrevista que le hicieron fueron: “la televisión se instaló en Masón y San Miguel. En ese edificio estaba la casa de la esposa de Pumarejo. Allí se inaugura la televisión cubana, con la salida del Canal 4, el 24 de octubre de 1950, a las 12:30 pm”.

Y el deseo y la voluntad de hacer en aquellos tiempos se demuestra cuando la actriz sigue rememorando los primeros años de la televisión. “En el patio fue la inauguración, pero el estudio estaba dentro de la casa. En ese patio hicimos programas infantiles y un espacio que se llamaba Matinée Malta Hatuey. También en Mazón y San Miguel, con medio techo de zinc, hicimos muchos programas como, entre ellos ellos, El teatro del lunes y Gabby, Fofó y Miliki.

Pronto las principales empresas empiezan a disputarla y se convierte en locutora exclusiva de la Pasta Gravi y el jabón Suavito.

Y el salto a la actuación no se hace esperar. Primero en Cadena Azul comparte honores con Raúl Selis, en una novela que se llamó Yo quiero ser madre. Luego se le oye en La novela del aire, de la CMQ, donde esporádicamente encarnaba algunos personas y esto lo combinaba con sus actividades como locutora.

Muchos recordarán sus actuaciones como “la mala de la película” en novelas escritas y dirigida por Roberto Garriga, aunque no siempre le daban ese rol, según explicó ella en la mencionada entrevista. “En las novelas de radio, Roberto Garriga, generalmente por la voz o lo que fuera, me daba las malas, cosa que a mi me gustaba”.

De sus contrafiguras en aquel entonces ella rememoraba a los protagónicos que hizo con Alfonso Beltrán, Raúl Selis, Santiago García Ortega y Ernesto Galindo.

Luego en tv, decía ella, parece que le vieron la cara de niña buena y las cosas cambiaron un tanto.

Interpretó los más disímiles personajes, todos complejos, y en los que puso toda su innegable fuerza y en donde aprendió mucho, confesión propia, con Roberto Garriga pero también fue dirigida por Caridad Martínez, con Abelardo Roldríguez, Moraima Osa, Carmen Solar, Julio Lot, Vázquez Gallo Carlitos Piñeiro, Loly Buján.

No tenía a menor hablar de quienes la había inspirado en su carrera. Así mencionaba a una actriz de carácter que se llamaba Rosa Felipe y las formas de hacer las pausas de Marta Martínez Casado.

“A veces era, quizás, un poquito exagerada aunque tenía la escuela de su hermano, de Luis Manuel Martínez Casado. Al principio uno trata de imitar lo que piensa que es lo mejor, y de verdad que era fabulosa en eso, y trabajando con ella, me embobaba oyendo sus pausas, su forma de decir”,

Otras actrices con las que se congratulaba de haber trabajado eran Hortensia Gelabert y Pilar Bermúdez en teatro en la Cadena Azul. Añadía a esa lista a Consuelito Vidal, Marta Muñiz, Aurora Pita, Marta Velasco, Martica del Río y de las que fueron una o dos generaciones después, ella citaba a Irela Bravo, Leonor Cabal y Sara Vega.

Aunque hizo grandes cosas en la televisión, ¿quién no recuerda su Ana Karenina?, se mantuvo fiel a la radio, a Radio Progreso, donde durante mucho tiempo fue uno de sus principales voces que hacían suspirar a las, y también los que, seguían con atención sus versátiles intrpetaciones.

(Datos tomados del libro Voces que se escuchan, de Josefa Bracero, Editorial Letras Cubanas, 2002)

(Gabriel)

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