UN ÁNGEL LLAMADO MARÍA

Una de las últimas divas de la escena cubana, María de los Ángeles Santana, falleció esta semana en esta capital después de una larga carrera en la que brilló con luz propia tanto en el teatro como en la televisión.

Cubanísima hasta los tuétanos, estaba siempre dada a sorprendernos como una mujer que no se amilanaba ante nada y por ello es considerada como la primera fémina que manejó ese enorme “monstruo” que es una moto Haleydavidson.por las calles habaneras.

Por todo eso, repasando su vida, no es extraño que sin experiencia artística alguna, su debut haya sido en el cine.

Ella y unas compañeritas de estudio se reunían de manera informal para participar en descargas musicales. Una noche de 1938 entre los asistentes a esa tertulia se encontraba el doctor Carlos Zayas, director del periódico Avance y promotor de Películas Cubanas S.A, quien se sintió fascinado por el timbre de voz y la fuerza interpretativa de Santana.

Zayas le propone que ella participe, luego de una prueba, en uno de sus proyectos de cine y no pasa muchos días sin que pase exitosamente el primer examen ante uno de los grandes, entre los grandes compositores de Cuba, Ernesto Lecuona.

Lecuona la acompaña al piano y ella interpreta Si me pudieras querer, de Bola de Nieve, y con esa misma canción asoma su rostro y su voz al séptimo arte en Sucedió en La Habana.

A partir de allí actúa en Romance del Palmar, protagonizada por Rita Montaner, y es la única cinta que se guarda en archivo, Estampas habaneras, La última melodía y otras filmadas entre finales de los años treinta y principios de los cuarenta.

Eso la llevó, como cuenta ella misma, a tener amistad con grandes estrellas del momento, como Candita Quintana, Otto Sirgo, Minin Bujones, Enrique Santiesteban…

En 1943 contrae matrimonio con el actor Julio Vega, con el que estuvo casada hasta el fallecimiento de este último hace algunos años atrás.

De luna de miel viajan a México y coincide en la capital con el maestro Eliseo Grenet, quien la invita a sumarse a su compañía. María acepta y no vuelve a su patria hasta años después.

Es de esa época cuando, además de hacer teatro lírico, actúa en tres películas: La culpable, Asesinato en los estudios y Conga bar y compartió los escenarios con los hermanos Soler (Andrés, Domingo, Fernando y Julián), Pedro Armendariz, Tito Junco y Rafael Banquels.

En Cuba se le oye como animadora en el estelar programa radial La Corte Suprema del Arte; en la Cadena Azul es nombrada Reina de la Radio, como parte del concurso que tenía esa emisora con el periódico Mañana.

Otros grandes con los que trabajó fue con Garrido y Piñeiro, uno de los dúos de cómicos más populares en el arte cubano. Allí estaban también Candita Quintana, Álvaro Suárez, Alicia Rico y un director de garra llamado Agustín Rodríguez.

La década del 50 se la ve haciendo vodevil en los teatros Principal de la Comedia y Campoamor y en el cine Encanto, junto a Mario Martínez Casado.

También en esos años obtiene éxitos en España con más de mil representaciones de la revista musical Tentación, que también se presentaba en el cabaret Tropicana de la Habana.

Cabaret Regalías y Melodías de Ayer y de hoy, este último junto a Ernesto Lecuona, son grandes hitos en su carrera en la pequeña pantalla. Hay un paréntesis en que muestra sus cualidades histriónicas con la obra Mujeres, en Hubert de Blanck.

Pero su personaje que más ha llegado al público es el de la mujer del alcalde del espacio satírico San Nicolas del Peladero, que duró más de veinte años, escrito por Carballido Rey y donde actuaban también Carlos Moctezuma, Enrique Arredondo y otros.