Una mirada hacia CUBA

Fernando Pérez habla sobre el realizador al cumplirse 15 años de su fallecimiento. Relación de algunos de sus títulos. Desde 1985 Memorias del Subdesarrollo, se encuentra entre las 150 películas de la historia mundial del cine. El cineasta cubano Fernando Pérez, conocido por producciones como Madagascar, La vida es silbar, y Suite Habana confiesa que Tomás Gutiérrez Alea le enseñó a “cuestionarse, tratar de ir más allá, y aceptar los desafíos”. TITÓN Titón- como también le llamaban - (1928-1996) es considerado, cuando se cumplen quince años de su muerte, el director más célebre del cine cubano. Su trascendencia la marcan filmes como Historias de la Revolución (1960), Memorias del Subdesarrollo (1967) y Fresa y chocolate (1993). El director Fernando Pérez, precisó que Memorias… es “contemporánea, un clásico vivo, la que más ha trascendido, una película para todos los tiempos”. De sus 45 años de trabajo, Gutiérrez Alea — dejó un total de doce largometrajes, una serie de do

Bebo y su hijo en Berklee Bebo (padre) y Chucho (hijo) Valdés serán investidos el próximo siete de mayo como doctores Honoris Causa del Berklee College of Music de Boston. Anteriormente han sido galardonados con esta distinción músicos de la talla de David Bowie, Dizzy Gillespie, Sting, Phill Collins, Aretha Franklin, Chick Corea, Rubén Blades, George Benson, Juan Luis Guerra, Duke Ellington, B.B. King, Quincy Jones, Steve Vai, Paul Simon, Pat Metheny, Steve Winwood, Steven Tyler, Herbie Hancock o Paco de Lucía. El primero de habla española en lograr ese diploma lo fue el guitarrista Paco de Lucía, a quien se reconoció el año pasado a propuesta, igual que ahora los Valdés, de Eduardo Bautista, presidente ejecutivo de la SGAE y miembro del Board of Trustees del centro docente de Boston, Massachusetts. El año pasado el guitarrista Paco de Lucía se convirtió en el primer español en obtener este reconocimiento, también a propuesta de Eduardo Bautista, presidente ejecutivo de la SGAE y

CALLES CON NOMBRES DE MUJER Los espirituanos viven orgullosos de que muchas de sus calles han tenido o tienen nombres de mujer, así como que las féminas han traspasado sus límites geográficos con canciones ofrecidas como tributo por varios compositores. Por ejemplo, reseña Prensa Latina, las calles más antiguas de Sancti Spíritus, tenían nombres religiosos tales como Santa Ana, Gloria, Santa Cecilia, Santa Genoveva, Santa Úrsula, Rosario, Santa Bárbara y Santa Lucía. La Historiadora de la Ciudad, María Antonieta Jiménez Margolles, afirma que esos nombres fueron cambiados por otros desde principios y hasta mediados del siglo XX. Sin embargo, la memoria siempre aferrada a los recuerdos de sus progenitores, sigue identificando a las calles Rosario y Santa Ana de esta forma y no por las denominaciones que se le dieron después. Quedaron en el olvido nombres como Purísima, Santa Rita, Santa Teresa y Santa Brígida, pero se mantienen hasta nuestros días Santa Alaya y Dolores. Desaparecieron ta

VAYA QUE DÚO No es tarea sencilla reunir en un mismo proyecto a dos músicos tan reputados y solicitados como la cantante cubana Omara Portuondo, y el pianista Chucho Valdés. 14 años después de su último álbum juntos, se reúnen otra vez con un deseo común, la voluntad de seguir tirando del hilo de aquella primera colaboración, un disco en el que ambos exploraban ese formato íntimo a través de un puñado de clásicos de la música cubana y latina. En Omara & Chucho nos muestran su arte de la manera más sencilla y desnuda posible, en un contexto que les permite acentuar algunos de los rasgos que ha tenido su música en diversas fases de sus respectivas carreras. Como amigos, se ponen sin dudarlo ni un segundo en manos del otro y se entregan a ese repertorio con solemnidad y respeto. Omara & Chucho vuelve a territorios que le resultan familiares, una declaración de amor y admiración en toda regla, del amor que se profesan el uno por el otro, pero también del amor que ambos sienten po

Un aplauso sin pausa y sin prisa para Héctor Quintero Viera, un grande de la escena cubana que desde el pasado miércoles ya no está, físicamente por supuesto, más entre nosotros. . Al autor, entre otras, de obras emblemáticas como Contigo pan y cebolla y El Premio Flaco , la muerte lo encontró trabajando pues aún está en cartelera su última pieza Monseñor Bola , un homenaje a quien le precediera en el camino hacia la inmortalidad Hombre de quehacer multifacético, Héctor era actor, director, dramaturgo y narrador. Hizo estudios de contabilidad y se graduó además, como Licenciado en Lenguas y Literatura Hispánica. También estudió en la Escuela Municipal de Artes Dramáticas y como actor formó parte de los colectivos teatrales Milanés, Conjunto Dramático Nacional, Teatro Estudio y Teatro Musical de La Habana. Ha hecho libretos para radio y televisión, crítica teatral para algunas publicaciones, narrador de cine,tv y video en más de cien documentales. Memorable fue su actuación como

Manolín, el Médico de la Salsa, volvió a Cuba, después de once años de ausencia, semanas antes, la gente de la farándula ya lo comentaba por las calles. La llegada de Manolín, fue una sorpresa. En el aeropuerto las muchachas que atienden los trámites de la entrada al país, comentaban en voz baja: “Este se quiere parecer a Manolín”, otra dijo: “Yo creo que es Manolín”, en fin que el cantante de La bola, tuvo que entonar aquella canción tan conocida en Cuba: No lo comentes,/ esto es para tu consumo/. Tan pronto corrió la noticia, los periodistas, músicos, comentaristas se movilizaron para encontrarse con el líder indiscutible de la salsa bonita de Cuba. Su hermana Maribel, concertó una entrevista entre Manolín y yo en el Lobby del Hotel Habana Libre. Al encuentro asistieron directores de televisión, locutores de radio, amigos de la vieja guardia. -¿Manolín, cómo te sientes en esta visita tan esperada a tu patria? -Estoy feliz de estar en mi tierra linda, esto es lo mío. -¿Solamente ten

Hace diez años entrevisté a Xiomara Fernández, fallecida en el 2004, con motivo de un Festival Internacional Agustín Lara. El fruto fue este trabajo que después apareció publicado en el periódico Granma con motivo de su muerte . En la foto de 1950 aparecen de izquierda a derecha Xiomara junto a Bola de Nieve y Josephine Baker, en los estudios de CMQ. Fue en su segunda visita a La Habana cuando la conoció. Quedó prendado de su voz sin conocerla. Al verle admiró la belleza de su cara, el brillo de sus ojos y la contundencia de su cuerpo de 18 años apenas. Lara le pidió estrenarle una canción y después de muchos ramos de flores le propuso matrimonio e iniciar una carrera artística en México. Xiomara Fernández, la musa que inspiró a Lara, retoma el hilo de sus recuerdos, pasados algo más de 60 años de aquellos acontecimientos. Vive en una confortable casa, en un reparto residencial al oeste de La Habana. Sentada en una butaca de la sala de su hogar, se dispone a revivir una etapa ya pasad