SE APAGÓ UNA DE LAS VOCES DE LA NUEVA TROVA



La popular intérprete Sara González, fallecida ayer en esta capital, debe en parte su dedicación a la música por un encuentro fortuito..
La trayectoria de esta cantautora está signada por un encuentro que tuvo en la parada de ómnibus en 14 y 23 en el Vedado.
“Silvio me preguntó si me atrevería a cantar una canción que tenía que grabar, a lo que respondí que sí porque yo no sabía decir que no”, recordaba la fallecida artista en una entrevista que le hiciera el periodista Jaime Sarusky para su libro sobre la historia del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC.
SU VIDA
Nació en Marianao, La Habana el 13 de julio de 1951. Su padre fue tabaquero y su madre costurera; ambos poseían un alto sentido de la cubanía y de la justicia, así como un enorme gusto por la música y el baile, todas esas cosas le fueron transmitidas a la pequeña Sara.
Quehacer musical
Inició sus estudios de guitarra con Rafael Enrizo (Nené); posteriormente ingresó en 1966 en el Conservatorio Amadeo Roldán, donde estudió, hasta 1970, viola. Al inicio de los 70 realizó incursiones en el canto.
Durante su época de estudiante conoció a los jóvenes trovadores Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, quienes junto con Noel Nicola fundaron el Movimiento de la Nueva Trova siendo uno de sus principales exponentes. Ellos la estimularon para que musicalizara los Versos Sencillos de José Martí -su primer disco LP- y de ahí nació su vinculación con ese movimiento musical, dentro del cual se ha caracterizado por ser la voz femenina más representativa.
Sara estudió en la Escuela Nacional de Instructores de Arte fue alumna de Leopoldina Núñez y Vicente González-Rubiera (Guyún); al terminar sus estudios se integró al cuerpo de profesores de esta institución. Recibió clases de composición, armonía y orquestación del maestro Leo Brouwer durante su estancia en el Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC (GES), en el cual ingreso en 1972, de esta etapa de su vida expresó:
“La estancia en el Grupo me enseñó a trabajar en colectivo. Además, Leo nos enseñó, dilucidando problemas conceptuales y llevándonos a enfrentar la creación a partir de un criterio definido. En las clases analizábamos desde lo más popular hasta lo más complicado. Y no había convencionalismos. Leo llegaba y nos resumía los aspectos básicos de la armonía en diez minutos. En verdad, esa etapa de aprendizaje constituyó casi un privilegio como artista, porque no coinciden siempre el apoyo de una institución, un maestro semejante y compañeros como aquéllos (...)”
Integró un dúo ocasional con Pedro Luis Ferrer y luego formó parte de Los Dimos, con Georgia Guerra y Jesús del Valle (Tatica), con los que cantó obras de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. Sara también produjo música para cine, televisión y radio además de participar en varios discos colectivos junto a otras figuras del Movimiento de la Nueva Trova y en el GES.
«Su voz es potente, de buen timbre y amplia coloratura». Como creadora, según Víctor Casaus, sus canciones asumieron, «desde la autenticidad y el talento, el reto de la comunicación inmediata y del ejercicio de la épica en los grandes hechos históricos y en la acción cotidiana. La poesía y la música, puestos al servicio de un medio —el cine—que les determinaba los temas, salieron airosos, a punta de talento y autenticidad, dejándonos para la memoria de la cultura, por ejemplo, aquella reconstrucción del Programa del Moncada (“Su voz llena el salón/ solo quien fue tan herido/ la patria humillada ha visto...”), en que se desgranaban los temas sociales, considerados tantas veces como áridos y difíciles de traducir a los lenguajes del arte.
Ahí reside posiblemente la explicación para la maravilla de este misterio: aquellas canciones no pretendían traducir la historia a otro lenguaje, el del arte, sino que fundían en sus palabras —con “sangre del corazón y de la verdad que entraña”, como diría la propia Sara— las esencias de ambas expresiones de la creación humana, haciéndolas una sola, compleja e intensa, llena de retos, riesgos y búsquedas [...]». Pero ella tiene una peculiar manera de expresar su manera de hacer y de donde viene: «Yo digo que el son es mi raíz, y al que pretenda devaluarme le propongo que traiga a Bach... a ver si puede repartir güiro, tumbadoras, claves, bongó e inspiración en cuatro voces.» En el Cubadisco 2002, obtuvo una nominación por su disco “Sin ir más lejos”.
Ha compartido escenario
Sara González compartió el escenario con Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Augusto Blanca, Joan Manuel Serrat, Chico Buarque, Mercedes Sosa, Soledad Bravo, Daniel Viglietti, Pete Seeger, Roy Brown, Pedro Guerra, Beth Carvalho, Liuba María Hevia, Anabell López, Marta Campos y Heidi Igualada entre otros artistas.
Su talento en otros países
Realizó giras por países de América Latina, Angola, Unión Soviética, donde cantó en el Kremlin; en Italia participó en los festivales del periódico L’Unitá. En 1981 participó en la representación en Venezuela de la ópera-son “Génesis”, de Alejandro García (Virulo), que después sería restrenada en La Habana.
Además, actuó en República Dominicana, México, Chile, Argentina, Puerto Rico, Brasil, Estados Unidos, Canadá, España, Polonia, Alemania, Holanda, Australia, Francia, Noruega, Suiza, Suecia, Irlanda, Tailandia, República de Corea.
Premio y reconocimiento
Obtuvo, en el Premio Cubadisco 2002, por “Sin ir más lejos”, el premio en la categoría Testimonio y se le otorgó la Orden Félix Varela de Primer Grado, la cual le fue impuesta por Fidel Castro Ruz.
Discografía
En su discografía se encuentran los títulos:
“Versos sencillos” de José Martí (1975), “Cuatro cosas” (1982), “Con un poco de amor”, 1987), “Con apuros y paciencia” (1991), “Si yo fuera mayo” (1996), “Mírame” (1999).
Obras
“A mis hermanos muertos el 27 de Noviembre”, “Como fiera enjaulada”, “Crin hirsuta”, “De padres a hijos y junto a la Revolución”, “El Ángel”, “El programa del Moncada”, “Fragmento del 27 de noviembre”, “Girón: la victoria”, “He, ¿qué dice usted? “, “Hijo del alma…”, “La culpa del guisaso” (basada en la novela de Abel Prieto “El vuelo del gato”), “Mi caballero”, “Mis versos”, “Odio el mar”, “Porque somos”, “Qué sabroso majarete”, “Sé de un hogar”, “Todo es hermoso y constante”, “Un niño, de su cariño”, Yo sacaré lo que en el pecho tengo”, “Yo soy un hombre sincero”.(Datos biográficos copiados de ECURED)

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