El extraño sortilegio de Clara y Mario

Sumario: Dos reglanos dejan su impronta en la música cubana. Una especie de “azar”, los lleva a conocerse y andar juntos por los senderos del arte. La tarde que fueron a La Habana de paseo y terminaron como estrellas nacientes de la tv.

Mario, así a secas, el del dúo con Clara, para identificarlo mejor, acaba de cumplir 75 años en su natal poblado de Regla y sigue viviendo con el mismo optimismo de quienes lo conocimos en aquellos tiempos en que acapararon ambos la atención de oyentes y televidentes a lo largo de nuestro Caimán Verde.

Rodríguez Marrero, estos son sus apellidos, después dela muerte de Clara (1980), siguió cantando como solista en distintos espacios de radio y tv, centros nocturnos, donde siempre se le recibió con cálidos aplausos no sólo por el dueto inolvidable del que formó parte, sino porque no hay duda de que está dotado de una voz prima de gran calidad.

Sin embargo, su labor al lado de la también reglana Clara, es el que lo marca sin duda en la historia del quehacer musical nuestro y por eso hoy el camagüeyano José Antonio Morales Oropesa tiene en preparación un libro cuyo título es toda una afirmación legítima: Clara y Mario, el dúo romántico de Cuba.

TODO EMPEZO…

Mario, ya desde niño cantaba. Un programa titulado Ronda Infantil (1946-1947), de la CMX Mil Díez, es testigo de sus primeros pasos, junto a Asseneth Rodríguez, Leonel Valdés, actuando como animador Manolo Ortega y dirigido por Nicols y Justina Álvarez.

En 1948-1949 pasó al espacio Voces Infantiles, de la RHC Cadena Azul, y donde era pianista acompañante Enriqueta Almanza, ya fallecida. Pero el vuelco de su vida vendría cuando conoció en casa de una vecina a Clara Morales Vicente.

Ese momento, junto a otros que vendrían después, no lo ha olvidado y recuerda con nitidez el nombre de la intermediaria (Mercedes)y el lugar, casa situada en Perdomo y Recreo, en esta ultramarino pueblo.

A partir de allí comenzaron a cantar a dúo en fiestas familiares o de amigos. Incluso la propia anfitriona de ese lugar, sería quien los acompañaría cuando en un viaje a La Habana, tendría lugar el segundo golpe de suerte.

El objetivo fundamental de su viaje era pasear un poco por el Vedado, entrar al cine Wagner, en el edificio de la CMQ. Fue a la salida de la función cuando vieron una larga cola en el edificio de Ambar Motor, en la calle 23, donde el conocido empresario Gaspar Pumarejo estaba probando voces para un espacio televisivo.

Les sobraba el tiempo y decidieron presentarse. Era el 22 de mayo de 1956. Cuando les tocó el turno, aunque había un pianista del programa (David Rendón), Clara pidió, y se lo permitieron, acompañar al piano.

Cantaron la canción mexicana No me quieras tanto, de Áviles, integrante del Trío Los Panchos, y tan maravillado quedaron los que la oyeron, que el propio Pumarejo los montó en su carro, los llevó en su carro a Regla, luego les probaron ropa y por la noche aparecieron en Escuela de Televisión, del Canal 4.

El dúo resultó ganador. Mario tenía 16 años, Clara era menor que él. Por lo tanto no pudieron disfrutar del premio que era un contrato para cantar fijo en el Club 21 del Vedado, pues sus cortas edades no le permitían contratarse y mucho menos de madrugada.

Tiempo después, se presentaron para hacerse artistas profesionales, ante un jurado presidido por Leopoldo Fernández (Pototo) y pasaron bien la prueba para ingresar en la Asociación Cubana de Artistas.

Su línea de ascenso ya no admitía marcha atrás. Grabaron alrededor de doce LP, en sus voces se hicieron populares composiciones como Quién se lo iba a imaginar, de Carlos Puebla, En mi viejo San Juan, de Noel Estrada, Amorosa guajira, de González Allué, En el balcón aquel, de Leopoldo Ulloa, Como mi vida gris, de Graciela Parra y Si en un final, de Juan Arrondo, entre otras.

Lamentablemente el dúo nunca viajó fuera del país, aunque su música, a partir de sus grabaciones, si se conoce en muchos lugares de Latinoamérica, España y Estados Unidos.

(Fuente: Entrevista a Mario, realizada por el periodista Luis Hernández Serrano y publicada en Juventud Rebelded 18/8/09) y conversaciones con el intérprete.

(Gabriel)

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