Cuba y el desastre del Titanic
Por los años 60, se exhibió en Cuba el filme inglés “La última noche del Titanic”, de Roy Ward Baker, que tenía en el protagónico a nada menos que el siempre excelente Kenneth More (Hundan al Bismarck) en el papel del imprescindible y valeroso oficial Herbert Lighteller. Recordar aquella puesta todavía congela como si se estuviera en los glaciales mares cercanos a Terranova, donde ocurrió la catástrofe. Escenas como la del borracho que logra salvar la vida con una buena carga de alcohol dentro del cuerpo, la de los aristócratas que siguieron jugando cartas o leyendo en medio de la catástrofe, la orquesta que actuó hasta casi el hundimiento y el aviso final del capitán: «¡Sálvese quien pueda!», son sencillamente inolvidables. Mucha tinta y mucha película corrió acerca del desastre ocurrido entre la madrugada del 14 al 15 de abril de 1912, cuando el Titanic, pretendidamente invulnerable, se hundió en poco menos de dos horas, tras chocar con un iceberg. De dos mil 224 pasajeros y tr