Una mirada hacia CUBA

Sumario: El autor de Sobre las olas pasó los últimos seis meses de su vida en Cuba. Sus actuaciones en varias provincias y composiciones que hizo bajo el influjo de nuestro sol tropical. Regino Boti entre sus mejores amigos. En Surgidero de Batabanó, provincia La Habana, donde el agua del mar viene a besar sus orillas, hace 115 años falleció Juventino Rosas y cuenta la leyenda que antes de cerrar sus ojos al mexicano le pareció oír venidos desde no sé que cielo las notas prodigiosas del vals Sobre las olas, que le dio bien ganada fama. El artista mexicano por esas ocurrencias del destino pasó los últimos seis a ños de su vida en tierras cubanas y la recorrió en parte de Occidente a Oriente. Se dice que sus primeras presentaciones aquí fueron en el teatro Payret, acompañando como director musical a un grupo de artistas italianos y a la orquesta típica de Eduardo González López, este último cubano radicado en la ciudad azteca. Además, era uno de los dos empresarios que c

Sumario: Las ocurrencias de los descendientes de Don Gabriel. Uno voló en globo como Matías Pérez, otro hizo una “broma” en el torno de la Beneficencia y en una borrachera en un barco fue a parar a Cadiz, España. Pero otros, como Cheché, Margot, Manolo, tomaron rumbos diferentes. CAPITULO SEXTO LA FAMILIA Entre los 27 hijos de don Gabriel bien puede establecerse una regla que va desde las ocurrencias más simpáticas hasta el martirologio. Enrique, del primer matrimonio, quiropedista también, fue líder ortodoxo del barrio del Santo Cristo y autor del documento El pacto de las masas, en defensa de Eduardo Chibás. Fue el último cubano en volar en un globo aerostático desde el Campo de Marte, al igual que Matías Pérez lo hiciera 70 años antes, y descendió en Marianao. En 1923, cuando trabajaba como sparring partner en el Cuban Law Tennis, donde luego se construyó el Capitolio, derribó en dos ocasiones al campeón mundial de boxeo John Wallace. Le gustaban las mujeres obesas, una tarde le dio

Sumario: De por qué cambio de domicilio Don Gabriel. ObraPía de sus distintas denominaciones y sus huérfanitas. El primer libro sobre el cuidado de los pies publicado en Cuba. Comamos y bebamos y que no vengan más de los que estamos. CAPITULO QUINTO El advenimiento del siglo xx trajo importantes cambios en la vida de don Gabriel, quien durante su cuarto de siglo de ejercicio de la quiropedia en La Habana, había ganado gran prestigio y una buena clientela, por lo que ya la casa de Amargura resultaba pequeña para él, su esposa, sus 17 hijos y el consultorio . En 1902 alquila una casona de una sola planta y diez habitaciones en Obrapía 66 entre Aguacate y Compostela, edificación de 1820 y propiedad de la Beneficencia Asturiana. Esta calle ha tenido varios nombres: De los toneleros, De la Taona, De San Felipe y De la Artemisa, el actual lo toma de la obra pía del señor don Martín Calvo de la Puerta, quien en 1669 dejó en su testamento 102,000 pesos para dotar a cinco huérfanas. Es

Sumario: Hoy nuestro personaje anda por los alrededores del primer Instituto de Segunda Enseñanza en el Convento de San Juan de Letrán y la Real Universidad Literaria hasta llegar al lugar donde se decide su futuro y aprovechamos para dar un breve bosquejo biográfico así como mencionamos algunas de las importantes personalidades que vivieron en ese entorno. CAPITULO TRES Pasado el mal momento, don Gabriel llega a la esquina de San Ignacio y detiene el paso, ante la cantidad de jóvenes bulliciosos que se dirigen al número 8 de Obispo, el convento de San Juan de Letrán o de Santo Domingo, donde el 10 de octubre de 1863 se había inaugurado el primer instituto de segunda enseñanza, cuyas aulas albergaron al joven intramurense José Martí, quien en esos momentos, con 35 años de edad, se encontraba en Nueva York y fundaba el club Los Independientes, para recaudar fondos con destino a la revolución que se preparaba. La otra parte del convento, cuya entrada es por O”Reilly, corresponde a la R

CAPITULO UNO: DON GABRIEL Y LA PIÑA DE PLATA “Un vermouth voluntario, por favor”, pidió el recién llegado al bodegón La Piña de Plata, ubicado desde siete décadas atrás en el ángulo que forman las calles Monserrate y Del Obispo, a la entrada de Intramuros, frente a donde 25 años antes estuvieron las Puertas de Monserrate de la gran muralla. Es el caluroso mes de junio de 1888, cuenta La Habana con 200,000 habitantes, la mayoría en Extramuros la componen los llamados naturales del país o criollos, mientras en Intramuros la mayor parte son peninsulares dedicados al comercio.(1) Esta parte vieja de la ciudad se caracteriza por un gran movimiento comercial en los mercados, plazas, plazoletas y pescaderías. También en sus 56 calles, muchas con toldos, son habituales hombres y mujeres que con estilos peculiarísimos proponen cualquier tipo de mercancía, transportadas sobre burros, caballos o en sus cabezas. Los pregones, el rodar de lo

La diferencia entre los 15 como mujer y el mismo periodo como artista me fue definido por Annia Linares, en conversación aparte luego de finalizar una conferencia de prensa en el teatro Mella. “Cuando llega la primavera se tiene una especie de adoración por la fecha, es como si fuera un gran tótem, y a partir de ello , una se considera que ya es mujer. Sin embargo, en lo artístico los días, meses y años pasados, me hacen una persona que aún no ha llegado, que aún no soy mujer en el sentido artístico de la palabra”. Mientras tiene lugar esta conversación, afuera en la calle, cientos de jóvenes desde horas tempranas hacen una cola avisados sólo por el cartel colocado en el teatro y guiados por el interés de ocupar los primeros asientos. El espectáculo se denomina “Annia en Concierto”, con guión y dirección de Roberto Morales. Las funciones serán de jueves a domingo, a los precios de dos pesos la platea y un peso cincuenta centavos el balcón. La cantante confiesa que a parti

Por cierto en esto tiempos se extraña, a nivel popular, a una de las mejores amigas del bolero y de la música cubana en general: las vitrolas. Con una moneda, en cualquier esquina, uno podía escoger aquellos números e interprétes que mejor se acomodaban a los sentimientos que nos asaltaban en esos días. Por lo interesante de sus afirmaciones sobre el tema me permito copiar párrafos del libro Otra visión de la música popular cubana, de Leonardo Acosta, editorial Letras Cubanas: “En cada bar, café, bodega de La Habana y demás ciudades había una “democrática vitrola”… Otro dato a tomar en cuenta sobre el mundo del espectáculo es que muchos ídolos de las vitrolas casi nunca trabajaban en Tropicana, San Souci o Montmatre o los grandes hoteles capitalinos sino más bien en night clubs de segunda o tercera categoría, o sea más populares como el Alí bar, el Sierra, el Night and Day, el Palermo y el Morocco”. Y pasa a relacionar algunos de los cantantes vitroleros preferi