Una mirada hacia CUBA

Sumario: Conferencia de prensa del canciller Bruno Rodríguez Parrilla. Respondió a preguntas de los periodistas asistentes a la inauguración de ambas salas. Cuba recibirá con afecto y escuchará con todo respeto al Papa Benedicto XVI, afirmó hoy en La Habana el canciller Bruno Rodríguez a propósito de la visita el próximo lunes del Sumo Pontífice. En declaraciones a periodistas al inaugurar las salas de prensa de La Habana y Santiago de Cuba para la cobertura de la agenda del Papa en la isla, el titular ratificó que su país está abierta al intercambio de ideas. El canciller cubano aseguró que fracasará cualquier intento de manipular el viaje apostólico de Su Santidad, quien llegará al país por la oriental provincia de Santiago de Cuba procedente de México. A continuación la transcripción de la Conferencia de prensa a cargo de Versiones Taquigráficas del Consejo de Estado: Gustavo Machín (Moderador).-Nos encontramos en la ceremonia de inauguración de los centros de prensa en el Hotel Nac

El director de orquesta, maestro Eduardo Ramos Saavedra, con su autorizada voz, calificó a Ezequiel Rodríguez Domínguez como “El padre de la Musicografía Cubana”. Había nacido en La Habana el 10 de abril de 1913. De familia muy pobre, desde temprana edad, tuvo que dedicarse a las más diversas ocupaciones para ayudar al sostenimiento de su hogar. Niño aun, mientras otros de su edad estaban en su escuela, el pequeño Ezequiel andaba por las calles pregonando dulces caseros, frutas y otras chucherías. Años más tarde, sería agente vendedor de muebles, colchones y neveras. Luego decidió hacerse talabartero, aprendizaje que dejó casi enseguida para comenzar el de mecánico tornero en un taller de la calle Vives. Allí conoció al cantante Panchito Riset, y al terminar la jornada los dos se iban a escuchar viejas placas discográficas en una vitrola ortofónica propiedad de un amigo de ambos. Así nació en aquellos amigos su afición por la música. Ya adulto, decide superarse porque nada más que habí

El Chinolope al frente, detrás el cantautor cubano Portillo de la Luz, en un salón de exposiciones fotográficas. El restaurante Miami tenía un salón central amplio y muy iluminado. Era un buen lugar para que los estudiantes del último año de bachillerato del Instituto de La Habana cruzásemos cada noche el Parque Central y fuéramos allí, en Prado y Neptuno, para charlar de lo que se conversaba en 1962. De la Revolución, de los americanos, de lo difíciles que eran algunas asignaturas como por ejemplo Lógica, o de aquella compañera nuestra que era bailarina de ballet, y que siempre frustraba nuestros sueños cuando se marchaba, después de clases, con su mamá, que la iba a buscar sin falta. El salón estaba casi siempre vacío y el surtido era escaso. Ya hacía tiempo que no había comercio con Estados Unidos, los soviéticos solo comenzaban a proveer nuestras necesidades y los cubanos a quienes la Revolución había beneficiado podían comprar todo lo que se vendiera en el mercado. Los camareros s

Una gran ovación del público y una lluvia de pétalos dorados marcaron el final de la Gala-Homenaje, que recibiera Alicia Alonso, en reconocimiento a los 20 años de actividad ininterrumpida de la Cátedra de Danza que lleva su nombre, en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. La velada estuvo presidida por la reina Sofía, quien compartió el palco con Alicia Alonso y se sumó a las múltiples muestras de admiración y respeto que recibió la prima ballerina assoluta. Entre los asistentes se encontraban representantes del gobierno español y personalidades del arte y cultura. Las primeras figuras del Ballet Nacional de Cuba tuvieron una brillante participación que provocó delirio en el público. El pas de deux del III acto de Don Quijote, asumido por Anette Delgado y Dani Hernández fue recibido con gran entusiasmo ante una esplendida muestra de técnica y estilo, que llegó a la perfección; asimismo la ejecución del adagio de El lago de los cisnes por Sadaise Arencibia y Arián Molina llegó

Lázaro Jordán Pavón Rivera (mención especial, invidente, 10 años) La presentación de los percusionistas concursantes consumió mucho tiempo en la gala en el Teatro Mella, pero fue el plato principal de un menú musical que completaron el grupo danzario Ebony y el grupo musical venezolano Herencia. La apertura estuvo a cargo de los niños del grupo danzario La Pequeña Aché. Los concursantes finalistas fueron 41 en total, cada uno dispuso de 2 minutos para mostrar su talento improvisando libremente, unos con acompañamiento de un grupo musical y los bateristas totalmente solos, a puro corazón. El prestigioso jurado compuesto por casi una decena de excelentes músicos y profesores determinó conceder los siguientes premios. Por tumbadora: Kevin de Jesús Dedeu (niño, 6 años) Alexander Amoró Torres (adulto, 22 años) Nataly Shongo (mujer, 15 años) Por batería José Carlos Sánchez Portilla (niño, 14 años) Deivis Rubalcaba Iznaga (adulto, 25 años) Juan Armando Díaz (adulto, 17 años) Lázaro Jordán

Los parches de los tambores vuelven a resonar, no sólo en sus prístinos orígenes sino también en muchas de las modalidades percutivas que conforman el mundo sonoro de la música en Cuba. Bajo el nombre de La Fiesta del Tambor, desde el martes la capital cubana presenta una nueva edición que se extenderá hasta el 11 de este mes y tendrá como su escenario principal el teatro Mella de la calle Línea, donde para su apertura actuaron el Conjunto Folklórico Nacional, la Compañía JJ, las Anacaonas, el grupo Klimax y varias de las más destacadas bateristas cubanas. De sabor muy especial es lo que tendrá lugar este miércoles con un encuentro entre los invitados foráneos y grandes cubanos de la percusión como Changuito Quintana, Amadito Valdés, Giraldo Piloto, Oliver Valdés y Enrique Plá. Entre los extranjeros que asistirán al encuentro están el holandés Mike del Ferro, el chileno Rodrigo Iter y el canadiense Aldo Maza. Como parte de la Fiesta del Tambor se celebrará el Concurso Guillermo Barret

Una mirada amorosa a la capital cubana revelan las páginas del libro “La Habana Vieja. El espíritu de la ciudad viva”, del fotógrafo estadounidense Chip Cooper y el cubano Néstor Martí, presentado durante la clausura del III Taller del proyecto Alabama-Cuba en el Colegio Universitario San Gerónimo, donde se subrayó la voluntad de ambas partes de fortalecer los intercambios en beneficio mutuo. Al referirse al volumen, editado por University of Alabama Press, el profesor José Vázquez, a cargo de las Relaciones Internacionales del Colegio, destacó que las vistas fueron concebidas con "ojos de amor", distantes de imágenes "maniqueístas" de la realidad habanera. Mientras el artista norteamericano sostuvo que "es como si todos los libros de fotografías que hice en el pasado me hubiesen llevado a Cuba", el creador de la Dirección de Gestión Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad se refirió a la comprensión y el respeto mutuos que identificó su traba