ESTAMPAS DE OTRAS ÉPOCAS

EL MÉDICO CHINO

Cuando una enfermedad es incurable o muy mala de radicar, los cubanos decimos: “Eso no lo cura ni el médico chino”, pero… ¿Por qué?, ¿existió en realidad este médico chino?

La presencia china en Cuba remota a 1847, cuando en el buque Oquendo llegaron a La Habana más de 200 culíes en verdadera condición de siervos, luego, entre 1860 y 1875, otros cinco mil llegaban de California.

Entre los primeros inmigrantes estuvo CHAN BON BIÁ, un hombre alto, con bigote estilo tártaro y modo de vestir occidental.

En la ciudad de Matanzas, en 1858, comenzó a ejercer la medicina, y con sus profundos conocimientos de la flora china y cubana, junto a su gran ojo clínico y los adelantos de la medicina occidental, tuvo excelentes resultados entre su clientela lo que le dio gran fama como médico.

CHAN BOM BIÁ se trasladó juego para la ciudad de Cárdenas, donde falleció en 1872.

Otro médico chino famoso fue Juan de Dios Siám Zaldívar, quien comenzó a ejercer en la ciudad de Camaguey, y aunque al principio lo veían como hechicero, los buenos resultados de su trabajo le dieron gran reputación.

Durante una procesión el viernes santo en la ciudad de Nuevitas, se arrodilló ante la cruz, se convirtió al catolicismo y se hizo llamar Juan de Dios.

Sea uno u otro el causante de la frase, o quizás los dos, los cubanos seguimos repitiendo: “Eso no lo cura ni el médico chino”.

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