SON LOS QUE SON, Y NO SON MUCHOS (III FINAL)


PIE DE GRABADO: Daniel Díaz Mantilla es uno de los jóvenes valores.

El destacado poeta, ensayista, crítico y narrador Víctor Fowler cultiva una poesía de sobrias maneras, de un modo de ver y sentir poco frecuente, que fluye con ritmo y nitidez, sin recargamientos metafóricos, ni altisonancias, pero sí con una sensualidad que el poeta integra a las experiencias del conocimiento de la realidad, y que ha sido definida como reflexiva, enfáticamente cubana y de aguda conciencia crítica. Su obra ensayística promueve el ensanche del punto de mira hacia temas como lo erótico, la sexualidad, o la corporalidad, vistos desde la perspectiva de su inscripción en el discurso literario de la narración. En 1987 obtuvo la licenciatura en Lengua y Literatura Españolas en el instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona de La Habana. Ejerció como profesor de la enseñanza media. Trabajó en el programa nacional de lectura de la Biblioteca Nacional y fue jefe de publicaciones de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, donde dirigió la revista digital Miradas. Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).Se destaca por un singular enfoque crítico de la realidad cubana, en el que niega toda tendencia burocrática y conservadora. Sus valoraciones siempre originales van dirigidas a mejorar nuestro orden social socialista desde una posición patriótica y revolucionaria.

Tiene publicados los poemarios: El próximo que venga (Ediciones Extramuros, 1986; Estudios de cerámica griega, 1991; Confesionario, 1993; Visitas, 1996; Malecón Tao, 2001; El extraño tejido, 2003; El maquinista de Auschwitz, 2005; y La obligación de expresar, 2008.

Es también autor de los libros de ensayos La Maldición. Una historia del placer como conquista 1998; Rupturas y homenajes, 1998; La lectura, ese poliedro, 2000; Historias del cuerpo, 2001. Además es el autor de la antología La eterna danza, de 2007, contentiva de la poesía erótica de los últimos doscientos años cubanos.

Es colaborador habitual de las más importantes publicaciones culturales cubanas. Sus poemas y trabajos críticos han aparecido en Venezuela, Colombia, Nicaragua, Inglaterra, Francia, Italia, Bélgica y EE.UU., entre otros países. Ha participado en diversos eventos científicos y conferencias internacionales, y ha pronunciado conferencias sobre literatura cubana en la Universidad Nacional de Colombia y Cartagena de Indias (Colombia); la universidad de Mayagüez (Puerto Rico) y las de Princeton, Brown y otras universidades norteamericanas.

Víctor obtuvo en 1997 el Premio UNEAC de ensayo; Premio Razón de Ser, 1998. Premio Luis Rogelio Nogueras, 1999; Premio Enrique José Varona, 2002; Premio Julián del Casal, 2003; Premio de de la Crítica Literaria, 2004 y Premio Nicolás Guillén de poesía, 2008.

El joven poeta Daniel Díaz Mantilla es Licenciado en Lengua Inglesa por la Universidad de La Habana. Miembro de la UNEAC, en la actualidad se desempeña como editor de la revista literaria La Letra del Escriba.

De formación revolucionaria y posiciones críticas en contra las posiciones burocráticas, Daniel Díaz Mantilla es considerado por la crítica como una de las voces más significativas de su generación, sus textos sobresalen por su alto nivel de sugerencia y su proyección filosófica.

Entre sus obras publicadas pueden citarse Las palmeras domésticas y en-trance (1996 y 1997); Templos y turbulencias, 2004; Regreso a Utopía, 2007 y Los senderos despiertos, 2008. Textos suyos han sido incluidos en antologías de la literatura cubana actual editadas en Cuba y en varios países de América y Europa como Los últimos serán los primeros, 1993; Anuario de la UNEAC, 1994; El ánfora del diablo (Instituto Veracruzano de Cultura, México, 1996 y 1999 y Letra Negra, Editores Guatemala, 2002); Poco antes del 2000, 1997; Para el siglo que viene: (Post) novísimos narradores cubanos (Prensas Universitarias de Zaragoza, España, 1999); Nuevos narradores cubanos (Ediciones Siruela, Madrid España, 2000); Cubanísimo! Junge Erzähler aus Kuba, (Suhrkamp Verlag, Alemania, 2000); Des Nouvelles de Cuba 1990 – 2000 (Éditions Métailié, París Francia 2001); Armoa auringon alla – kuubalaisia nykynovelleja (Like, Helsinki, Finlandia, 2004); Escritos con guitarra, Cuentos cubanos sobre el rock (Ediciones Unión, 2005); Poesía cubana actual: mitos, viajes y emplazamientos medievales (Arique, España, 2005).

Textos de su autoría han sido publicados en numerosas revistas y periódicos de Cuba y el exterior, entre los que sobresalen Revolución y Cultura, El Caimán Barbudo, Unión, La Gaceta de Cuba, Temas, Casa de las Américas, Cubaliteraria, La Letra del Escriba, La Jiribilla y otros.

Obtuvo el Premio Calendario en 1996, el Premio Abril en 1997, en 1998 obtuvo la Beca Dador que otorga el Instituto Cubano del Libro, el Premio Temas de Ensayo en 1999 y el Premio de la Fundación de la Ciudad de Matanzas, en 2007.

La labor intelectual de estos creadores está indisolublemente ligada a las instituciones de la Revolución. Su obra ha sido ampliamente publicada en Cuba y esas mismas instituciones la promueven en el extranjero. Han sido distinguidos con premios y reconocimientos. Sin embargo, o falta información sobre estos particulares, o —lo que es peor— la contundencia de los currículos no obstaculiza la manipulación y la superficialidad.

Entonces surge la inquietud más importante: ¿es posible referirse a nuestros intelectuales con una vara de medir que ignora sus méritos concretos en la producción artística, literaria o científica y pone en primer plano la suspicacia? Si esa suspicacia es parienta del prejuicio ante la creación de vanguardia, compleja, no complaciente y crítica, errores como este pueden repetirse. Solo el compromiso orgánico con lo más avanzado de la creación y el pensamiento crea la capacidad de leer en detalle, de ver en profundidad, de escuchar con atención.

Los enemigos son los que son, los que se articulan con la poderosa maquinaria subversiva anticubana. Ellos no crean, sino destruyen. Nuestros escritores y artistas son, con todas sus opiniones, quienes nutren una parte esencial de nuestro espíritu, la que cultiva y aprecia la belleza y la ética, imprescindibles para forjar al intelectual comprometido, inteligente y educado, que enfrenta a los pocos, pero bien provistos, adversarios. (Y.P. Fernández. Fuente: La Jiribilla).

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