SON LOS QUE SON, Y NO SON MUCHOS ( I Parte)

PIE DE GRABADO: Desiderio Navarro, uno de los agraviados.


El 28 de junio de este año Percy Francisco Alvarado Godoy publicó en el portal digital Rebelión la IV parte de la serie “Obama centraliza su guerra mediática contra Cuba”, en un esfuerzo notable por apuntar evidencias, la mayor parte de ellas públicas, del involucramiento de las agencias del gobierno estadounidense y de su Oficina de Intereses en La Habana en la subversión del orden constitucional en nuestro país.

El portal CUBARTE, lo replicó en su boletín Por Cuba. El texto, poco visible en la Isla, desde Rebelión, fue conocido por nuestros intelectuales, quienes, con toda razón, repudiaron la inclusión en la nómina que Alvarado descubre, de varios escritores de mucho prestigio.

Aunque tanto CUBARTE como el propio Percy Alvarado se han disculpado públicamente, el asunto merece otras consideraciones.

Comencemos por detenernos en los agraviados.

Desiderio Navarro es autor de varios libros fundamentales para el acervo intelectual de nuestro país como Cultura y Marxismo-Leninismo. Problemas y polémicas (1986, Premio de la Crítica), Ejercicios del criterio (1989), Las causas de las cosas (2007) y A pe(n)sar de todo, Para leer en contexto (2008), que han sido y son leídos en Cuba y en el extranjero. Su obra se inscribe dentro de los mejores esfuerzos de penetración de los problemas de la cultura y su relación con la sociedad. Sus concepciones marxistas están en permanente actualización.

En su mirada, siempre crítica desde lo mejor del pensamiento de izquierda, se concentran claves fundamentales para la formación de una visión anticapitalista, revolucionaria, comprometida y antiburocrática de la sociedad y el pensamiento.

Ha traducido de 14 idiomas (inglés, francés, alemán, italiano, ruso, polaco, húngaro, checo, croata, eslovaco, rumano, búlgaro, esloveno y portugués) más de 350 textos teóricos sobre cultura, arte y literatura, publicados en Cuba, España y México, y ha organizado más de 40 eventos nacionales e internacionales (conferencias, coloquios, etc.) sobre teoría y crítica de esos dominios —entre ellos el I y II Encuentros Internacionales de Criterios (La Habana, 1987 y 1989), y el Primer Encuentro Internacional de Teoría de las Artes Visuales (Caracas, 1992).

Ha sido editor invitado de Southern Atlantic Quarterly (EE.UU.) y Escritos (México). Es miembro del Consejo Editorial de las siguientes revistas académicas extranjeras: Escritos (México), Kipus (Ecuador), Eutopías (España) y Entretextos (España).

Su labor de difusión del pensamiento, como editor de la revista Criterios y Director del centro del mismo nombre —que realiza una gran actividad de promoción del debate cultural y académico—, ha sido extraordinaria. Su constante preocupación por la preservación de la memoria y por la aplicación adecuada de la política cultural de la Revolución le ha granjeado una reputación de liderazgo en el movimiento intelectual cubano. Toda su actividad está basada en una relación intensa de trabajo con las instituciones de la cultura cubana y en la contribución a la labor de estas y a su enfrentamiento permanente a las maniobras de la contrarrevolución, que tiene al sector de la cultura entre sus principales objetivos.

Esas instituciones le han otorgado las siguientes distinciones: Premio de Crítica de Artes Plásticas del Salón UNEAC (1985), Premio de Crítica Literaria Mirta Aguirre en dos ocasiones (1983 y 1988), Premio de Traducción de la UNEAC en dos ocasiones (1986 y 1991), Premio de la Crítica del Ministerio de Cultura (1987), Premio Razón de Ser del Centro Cultural Alejo Carpentier, (1988), Premio de Traducción del Centro Cultural Juan Marinello, (1989). En 1988 le fue impuesta la Distinción Por la Cultura Nacional, del Ministerio de Cultura de Cuba. En 1996 fue declarado Hijo Ilustre por el Gobierno de su ciudad natal, Camagüey. En el 2003 el Consejo de Estado de la República de Cuba le impuso la Medalla Alejo Carpentier. En el 2006 recibió —junto con Juan Sánchez— el Premio Nacional de Edición que anualmente otorga el Instituto Cubano del Libro.

El editor y crítico Rinaldo Acosta, dice de Desiderio: “Durante todos estos años al frente de la revista Criterios y del Centro Teórico-Cultural, se ha visto a Desiderio apostar, por un marxismo creador y antidogmático como doctrina capaz de interpretar la realidad. La publicación de Las causas de las cosas pone a disposición del lector cubano análisis sobre el papel del intelectual así como ensayos sobre el happening, el kitsch, la semiótica y el testimonio, entre otros asuntos medulares de la cultura, el arte y la sociedad. Ensayos como estos sirven para encantarnos y reencantarnos en el gusto, en el placer, en la lucidez, de vivir de un modo revolucionario, en encontrar la belleza solo en la complejidad, de preocuparnos por el color del pasado, como dijo días atrás Desiderio, pero sobre todo por el color del futuro”. (Y.P.Fernández. La Jiribilla) Continuará

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